Historia: La desamortización

La propiedad de la tierra durante el Antiguo Régimen

Durante muchos siglos y el propio siglo XIX, la agricultura fue la actividad más importante de la economía española, tanto por la población activa empleada (dos tercios del total) como por el volumen de riqueza generada. Sin embargo, hasta finales de siglo el campo español soportó una permanente situación de atraso como consecuencia de una desigual distribución de la tierra, de la ausencia de innovaciones tecnológicas y de los bajos rendimientos, todo ello sobre la base de unas condiciones físicas especiales (suelos y clima) que obstaculizaban el desarrollo del sector agrario en nuestro país. Por ello, era imprescindible poner en marcha una serie de medidas que transformaran la agricultura y la adaptaran al nuevo sistema económico capitalista.

En la España del Antiguo Régimen la propiedad de la tierra se repartía de forma desigual, acaparando gran cantidad de tierras los estamentos privilegiados (nobleza y clero), en tanto que una inmensa masa de campesinos carecía de ellas. Tierras que, por otro lado, y debido a la existencia de determinadas trabas jurídicas, no podían venderse. Así, las propiedades pertenecientes a la nobleza (señoríos jurisdiccionales) estaban sujetas al mayorazgo, que impedía su división y enajenación (venta o cesión de una propiedad). En cuanto a las propiedades de la Iglesia, considerada ésta como propietario colectivo, tampoco podían venderse pues eran definidos como «bienes de manos muertas«. En situación similar se encontraban los bienes de otro propietario colectivo: los municipios, dueños de bienes aprovechados comunitariamente por los vecinos (comunales) o explotados por el Ayuntamiento, para su administración (propios).

tierras amortizadas

La revolución liberal

La revolución liberal, iniciada en las Cortes de Cádiz (1810-1813) e impulsada por diversos gobiernos progresistas como los del Trienio Liberal (1821-1823) y los de Mendizábal (1835-1837) durante la Regencia de Mª Cristina, llevó a cabo una serie de reformas económicas que eliminaron las trabas y limitaciones que imponía el Antiguo Régimen (señoríos, mayorazgo, bienes comunales y de propios, de manos muertas…), que impedían el desarrollo de la propiedad privada y del mercado libre.

  • La disolución del régimen señorial (señoríos jurisdiccionales).
  • La desvinculación de las tierras de los nobles y su salida al mercado libre (supresión de los mayorazgos).
  • La eliminación del impuesto del diezmo en favor de la Iglesia, sustituido por un impuesto para el sostenimiento del clero.
  • La desamortización de los bienes del clero y de los ayuntamientos.

Así, la disolución del régimen señorial, proceso iniciado en las Cortes de Cádiz y concluido en 1837, significó acabar con los derechos jurídicos que los nobles o señores poseían sobre sus vasallos que de este modo dejaron de serlo, al tiempo que los mismos nobles se convertían en propietarios particulares de las tierras pero con la salvedad de poder vender sus tierras libremente. Esa medida se acompaña de la desvinculación o supresión de los mayorazgos que significa la liquidación de las limitaciones jurídicas a la libre disposición sobre los bienes por parte de los nobles. Hay que recordar que dentro de las familias nobles, el mayorazgo era la herencia en bloque de todas las tierras al hijo varón mayor que así perpetuaba la posición privilegiada del estamento de los nobles. Con su desvinculación, los bienes de la nobleza fueron declarados libres y, por tanto, podían ser vendidos por sus titulares, cosa que hasta entonces no estaba permitido.

Aclarar que la palabra desvinculación se aplicaba a los bienes de los seglares, y la de desamortización, a los bienes de los eclesiásticos.

Las reformas liberales del reinado de Isabel IIª

Fernando VII siempre apoyó el absolutismo y se opuso a las reformas liberales, salvo cuando fue obligado durante el Trienio Liberal. Así, el largo reinado de Isabel IIª (1833-1868) supuso para la Historia de España, una época de profundos cambios, durante el cual se produjo la transición política desde el absolutismo monárquico al liberalismo y el paso de una economía y sociedad propias del Antiguo Régimen a un sistema capitalista moderno. Es lo que conocemos como revolución liberal-burguesa o consolidación del sistema político liberal en España, fue un proceso complejo, lleno de cambios y de agitación política, puesto que se puso en marcha bajo la oposición del carlismo (una nueva versión del absolutismo) y con la intervención constante de los militares en los asuntos políticos (pronunciamientos liberales). El liberalismo llegó de la mano de dos partidos políticos que se fueron alternando en el poder: los moderados y los progresistas, liderados por políticos como Martínez de la Rosa o Narváez entre los moderados y Mendizábal o Espartero entre los progresistas. Fuera del sistema de partidos liberales quedaba el carlismo, que reclamaba el trono español para el pretendiente Carlos Mª Isidro y que fue apoyado por la Iglesia española (sobre todo su jerarquía eclesiástica) y amplios sectores del campesinado conservador en la 1ª guerra carlista (1833-1840) durante la Regencia de María Cristina de Borbón.

Al comienzo de la primera regencia, la Reina Mª Cristina encarga formar gobierno al liberal moderado Martínez de la Rosa pero su gobierno fracasa a pesar de las reformas iniciadas (Estatuto Real, nueva división provincial de Javier de Burgos, liberalización del comercio, industria y transportes, libertad de prensa limitada y restablecimiento de la Milicia Nacional). Así, en 1834 y 1835, la guerra carlista y la desastrosa situación económica del país provocaron sublevaciones y revueltas que llevaron al gobierno a los progresistas, con Juan Álvarez Mendizábal al frente, que inmediatamente inició una serie de reformas con el fin de recabar fondos para ganar la guerra carlista y eliminar, al mismo tiempo, la deuda pública. Esas reformas se concretaron en el Real Decreto de 19 de febrero de 1836 declarando la venta de los bienes del clero, más conocido como «desamortización de Mendizábal» por el político liberal progresista que la promovió y que entonces aunaba de manera interina y excepcional los cargos de presidente del gobierno y el de ministro de Hacienda. Aunque Mendizábal fue pronto destituido como jefe de gobierno y ministro las reformas liberales continuaron, fruto de ello se elaboró una nueva Constitución en 1837.

Valor de los bienes desamortizados

El proceso desamortizador

Aunque el proceso desamortizador se vincula normalmente a la revolución liberal burguesa del siglo XIX y especialmente a los gobiernos liberales, ya había comenzado de algún modo el siglo XVIII durante el reinado de Carlos III con la expulsión de la orden religiosa de los jesuitas en 1767. Este dilatado proceso de ventas no fue continuo, sino resultado de varias desamortizaciones: la de Godoy, ministro de Carlos IV (1798); la de las Cortes de Cádiz (enero y septiembre de 1813); la del Trienio Liberal (1820-1823); la de Mendizábal (1836) y cuyas ventas se prolongaron hasta 1851, y la de Pascual Madoz (1855), cuyas ventas afectaron sobre todo a los bienes de propios y comunes de los ayuntamientos que se prolongaron hasta 1924.

La desamortización, primero de los bienes eclesiásticos y luego el de los bienes de los pueblos, fue la medida práctica de mayor trascendencia tomada por los gobiernos liberales, y se desarrolló durante todo el siglo XIX e incluso del XX. El hecho de desamortizar tales bienes suponía dos momentos bien diferenciados: primero, la incautación o expropiación por parte del Estado de esos bienes, por lo que dejaban de ser de «manos muertas»; es decir, dejaban de estar fuera del mercado, para convertirse en «bienes nacionales»; y segundo, la puesta en venta, mediante pública subasta, de los mismos. El producto de lo obtenido lo aplicaría el Estado a sus necesidades.

Con la desamortización de Mendizábal se pretendían lograr varios objetivos a la vez: ganar la guerra carlista; sanear la Hacienda Pública al incrementar los ingresos fiscales y eliminar la elevada deuda del Estado, al ofrecer a los compradores de bienes la posibilidad de que los pagaran con títulos emitidos por el Estado; ampliar el número de simpatizantes del liberalismo al atraerse a los burgueses con dinero, principales beneficiarios de la desamortización y que podían perderlos si triunfaba el carlismo; que el Estado pudiera solicitar nuevos préstamos, al gozar ahora la Hacienda Pública de mayor credibilidad, crear una clase media agraria de campesinos propietarios para aumentar la producción agrícola, la inversión y la riqueza nacional, financiar obras públicas de envergadura, como los ferrocarriles y cambiar la estructura de la propiedad eclesiástica, que de ser amortizada y colectiva pasaría a ser libre e individual. Pero había más: la Iglesia sería reformada y transformada en una institución del Nuevo Régimen, comprometiéndose el Estado a mantener a los clérigos y a subvencionar el correspondiente culto.

Bienes desamortizados hasta 1845 por provincias

Mediante varias disposiciones legislativas aprobadas entre 1836 y 1837 se procedió a la desamortización de los bienes eclesiásticos. En los meses de febrero y marzo de 1836 se promulgan dos Reales Decretos sobre la disolución e incautación de bienes de las órdenes religiosas, con ellos se procedía a la nacionalización y venta en pública subasta al mejor postor de los bienes, rústicos y urbanos, muebles e inmuebles (edificios) y todos los enseres (incluidas valiosas bibliotecas y obras de arte) expropiados a la Iglesia. Primero, los pertenecientes al clero regular (monasterios y conventos); al año siguiente, en 1837, otra ley (Ley de Bienes Nacionales) amplió la acción al sacar a la venta los bienes del clero secular (los de las catedrales e iglesias, en general), proceso que no culminó hasta 1841, durante la Regencia de Espartero. Quedaban excluidos de estas medidas los edificios destinados a la beneficiencia (hospicios, hospitales) y a la educación (universidades, colegios).

Una vez expropiados, los bienes eran subastados en presencia de un juez y adjudicados al mejor postor. Los compradores podían efectuar los pagos en un plazo de ocho años y abonar el precio en metálico (sólo ocurrió así en el 15% de las ventas) o en títulos de deuda pública (hoy día se conocen como letras del tesoro, bonos del estado y obligaciones del estado).

Valor de todas las desamortizaciones del siglo XIX

Consecuencias del proceso desamortizador

  • En cuanto a la producción agraria: a medio y largo plazo aumentó el volumen general de producción agrícola pasando de 10 millones de hectáreas cultivadas a los 16 millones; y se mejoraron y especializaron los cultivos (en el Levante las explotaciones hortofrutícolas y en Andalucía se extendió el olivar y la vid, se consolidó el cultivo de patata y maíz para el alimento, lo que supuso el principio del fin del hambre crónico para las clases más bajas).
  • En los aspectos sociales: se consolidó la existencia de un proletariado agrícola formado por más de dos millones de campesinos sin tierra (los jornaleros) sometidos a duras condiciones de trabajo de vida y trabajo solamente estacional. Además los beneficiarios de la desamortización serán los campesinos ricos (aristocracia terrateniente) y una burguesía urbana especuladora y absentista que emula a la vieja aristocracia.
  • Respecto de la estructura de la propiedad, apenas varió la situación desequilibrada de predominio del latifundismo en el centro y el sur peninsular y de minifundio en extensas zonas del norte y noroeste.
  • Se produjo una pérdida considerable del patrimonio cultural y artístico español al ser vendidos numerosos cuadros y libros valiosos de monasterios que fueron vendidos a precios bajos y acabaron en otros países, al quedar abandonados muchos edificios que quedaron en estado de ruina, aunque otros muchos se transformaron en edificios públicos y fueron conservados para albergar museos o bibliotecas públicas.
  • Transformación del modelo de ciudad: al generarse enormes plusvalías (altos beneficios económicos) entre la clase burguesa, que fue la más beneficiada por las compras de inmuebles, hizo que el centro de las ciudades se modernizara y se incrementara enormemente con los ensanches, la destrucción de las antiguas murallas medievales, la apertura de grandes vías y el crecimiento en altura de los edificios.
Revolución liberal (economía)

En conclusión, puede decirse que la revolución liberal conllevó una serie de medidas que supusieron el desmantelamiento definitivo del sistema político, social y económico del Antiguo Régimen y que las desamortizaciones, sobre todo la eclesiástica de Mendizábal, contribuyó a que la economía española se transformara definitivamente hacia el moderno sistema económico capitalista.

Desamortización de Mendizábal (1836)

historia del arte: El cinquecento

Introducción al Cinquecento Italiano

"Santa Bárbara" de Parmigianino. Pintura del Cinquecento en Italia

Si Florencia había sido la ciudad del Quattrocento italiano, Roma será la del Cinquecento; a lo largo del s.XVI la capital artística de Italia va a «trasladarse» a Roma, principalmente por la enorme influencia del Papado, el cual se convertirá en gran protector de los artistas y contratante de obras (además, debido a su enorme herencia clásica, continuaba siendo una ciudad con un enorme tránsito de artífices a la búsqueda de aprendizaje).

A lo largo del periodo correspondiente al alto Renacimiento italiano, denominado Cinquecento, el arte se verá obligado a adecuarse a las normas que el decoro imponga, circunstancia derivada del hecho de que la mayor parte de las obras serán encargos destinados a la decoración de edificios religiosos. Junto con esto, hay que añadir que el arte renacentista clásico alcanzará en estos momentos su culminación, además de que el espíritu revisionista y exhaustivo propio del Renacimiento dará origen a la aparición de tratados compendiosos del lenguaje empleado, sin olvidar tampoco que ésta será una época condicionada artísticamente por el quehacer de grandes figuras tales como Miguel Ángel, Rafael o Leonardo da Vinci.

"El lavatorio" de Tintoretto.  Cinquecento Italiano

Con respecto a la división que suele establecerse del s.XVI italiano en lo que respecta al arte se puede decir que, a rasgos generales, el clasicismo adquirirá una potencia enorme durante la primera mitad del siglo siendo sustituido, a lo largo de la segunda, por un barroquismo de las formas correspondiente al sentir manierista.

Arquitectura del Cinquecento

Equilibrio, austeridad, robustez y predominio de la arquitectura sobre la decoración son características principales de las edificaciones cinquecentistas clasicistas, como se puede apreciar claramente en las obras de uno de sus principales representantes, Bramante (magnífico será su templo de San Pietro in Montorio, en el que recoge la herencia romana a través del uso de la tipología de planta central circular). Se emplean ahora los volúmenes con un sentido plástico, buscándose el contraste y el juego mediante la conjugación de las formas y el manejo de la luz (elementos cuyo uso teatral se buscará deliberadamente, exagerándolo, durante el periodo manierista).

Ésta va a ser una época de grandes construcciones y de grandes autores asimismo; a lo largo de este siglo XVI se inicia el desarrollo y ejecución de uno de los más importantes planes arquitectónicos como será el destinado a la creación de la basílica de San Pedro del Vaticano (es preciso señalar de nuevo que Roma ostenta la capitalidad artística en estos momentos, además de la cristiana, con lo que se hacía necesaria una intervención de estas características que viniera a reforzar y recalcar dicha realidad).

Cúpula de San Pedro del Vaticano. Obra proyectada por Bramante y rematad por Miguel Ángel

Adjudicada inicialmente su construcción a Bramante, el fallecimiento del mismo dará lugar a la elección del pintor Rafael, cuya participación en el proyecto se verá truncada de igual modo por su muerte, siendo realmente el relevo del posterior elegido (Antonio de Sangallo el Joven) el verdadero artífice del edificio: Miguel Ángel. Éste va a recuperar el plan inicial de planta central propuesto por Bramante y a construir la magnífica cúpula que lo corona, convirtiéndola en referencia de todo el conjunto.

Muestras de su tratamiento de la arquitectura serán también la ingeniosa escalera de la Biblioteca Laurenciana de Florencia, el diseño urbanístico de la Plaza del Capitolio en Roma o la colaboración que realizará en el Palacio Farnesio (modelo de palacio romano, será comenzado por Sangallo).

Para finalizar, merece la pena destacar dentro de la tendencia manierista a los arquitectos Vignola, el cual creará en la Iglesia del Gesú, en Roma, un modelo posteriormente muy empleado y Andrea Palladio (artífice del recurso denominado «ritmo palladiano», destinado a conseguir efectos de movimiento y claroscuro, así como del Teatro Olímpico de Vicenza).

Escultura del Cinquecento

No es posible hablar de escultura renacentista italiana sin nombrar a uno de los más grandes e importantes artistas de esta disciplina (y no sólo del momento) como es Miguel Ángel; la calidad de su trabajo y su capacidad para obtener «vida» del mármol no puede, incluso a día de hoy, por menos que causar una completa admiración.

En él es posible encontrar los distintos registros que se sucederán a lo largo de este s.XVI, desde aquellas obras iniciales donde se acatan todas las reglas clásicas hasta el manierismo terrible, por completo visionario, de sus «esculturas inacabadas» (ejemplo de las cuales puede citarse la Pietá Rondanini).

Moises de Miguel Ángel.  Escultura del Cinquecento

Grandes obras, convertidas en hitos de la historia del arte, van a ser esculturas como el David (tipología clásica, pero completamente novedosa en la forma de representación, en la que además son apreciables la enorme fuerza intrínseca de sus personajes, la monumentalidad y el perfecto conocimiento y ejecución de la anatomía característicos de la obra de Miguel Ángel), el Moisés concebido para el sepulcro del Papa Julio II o la maravillosa Pietá vaticana.

Pintura del Cinquecento

Dos grandes figuras vendrán a completar la lista de maestros renacentistas, aunque esta vez en lo que a pintura se refiere: Leonardo da Vinci y Rafael, el primero de los cuales será el prototipo absoluto de hombre del Renacimiento (pintor, escultor, inventor, etc.).

Las obras de Leonardo poseen un cierto misterio (empleará la técnica del sfumato para envolver sus representaciones de una especie de sugestivo velo difuminador) que las hace especialmente sugestivas, además de que su maestría técnica y el enorme conocimiento que posee del cuerpo humano le posibilitarán abarcar aquel registro de emociones que desee representar.

Gran observador de la naturaleza humana, el estudio psicológico realizado de sus personajes queda patente en retratos como el de la universalmente famosa Gioconda.

Cinquecento Italiano. Sagrada Familia de Rafael

Rafael, gustoso de modelos de una ingenuidad y belleza equilibrada en sus inicios, perfectos ejemplos del más puro clasicismo, sufrirá una evolución enorme en su pintura a partir de la asunción de diversas influencias, llegando incluso a rozar el Manierismo en sus últimas piezas.

Además, también será posible encontrar de nuevo la representación miguelangelesca en obras como los frescos de la Capilla Sixtina, además de una veneciana en las figuras de Giorgione, el maestro del color y las composiciones mitológicas Tiziano, el Veronés y el Tintoretto, sin olvidar a los manieristas Correggio y Parmigianino.

Pintura del Cinquecento "La disputa con los doctores en el templo" de Pablo Veronés

https://www.arteespana.com/cinquecentoitaliano.htm

religión: película La misión

Hispanoamérica, siglo XVIII. En plena jungla tropical junto a las cataratas de Iguazú un misionero jesuita, el padre Gabriel (Jeremy Irons), sigue el ejemplo de un jesuita crucificado, sin más armas que su fe y un oboe. Al ser aceptado por los indios guaraníes, Gabriel crea la misión de San Carlos. Entre sus seguidores está Rodrigo Mendoza (Robert De Niro), ex-traficante de esclavos, mercenario y asesino, que buscando el perdón se hace jesuita y encuentra la redención entre sus antiguas víctimas. Después de luchar juntos durante años, se enfrentan a causa de la independencia de los nativos: Gabriel confía en el poder de la oración; Rodrigo, en la fuerza de la espada. (FILMAFFINITY)

https://www.filmaffinity.com/es/film791884.html

iNGLÉS: mODAL VERBS

Aunque la gramática del inglés parece sencilla, hay algunos contenidos que pueden complicarnos la vida a medida que aprendemos el idioma, especialmente cuando se trata de este tipo de verbos en inglés, conocidos como los modal verbs, o conocidos en español como verbos modales.

¿Por qué los modal verbs pueden arruinar una tarde de estudios? Porque son capaces de cambiar el sentido completo de una oración; de hecho, estas formas verbales expresan demasiadas cosas y de allí viene la complicación.

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¿Qué son los modal verbs?

Los modal verbs son verbos auxiliares. Esto quiere decir que no se conjugan con las personas gramaticales, por lo que: 

  • No tienen infinitivo  (por ejemplo, no existe to can)
  • No tienen gerundio  (por ejemplo, no existe mighting)
  • No tienen participio (por ejemplo, no existe willed)

Un modal verb puede expresar habilidad, necesidad, condición o «modalidad» (sí, ¡ideas complejas!), de ahí que su significado dependa del contexto de la oración y de los verbos con los que se conjugan. 

Por ejemplo: My keys must be in the car; (Mis llaves seguramente están en el auto.)

Aquí el verbo modal must modifica al verbo to be, para indicar que es muy probable que las llaves estén en el coche, estamos casi seguros de ello.

Los modal verbs más usados en inglés son 10:

  1. Can
  2. Could 
  3. May
  4. Might
  5. Will
  6. Would 
  7. Must
  8. Shall
  9. Should
  10. Ought to

Las características de los modal verbs

Son cuatro las principales características de los modal verbs: 

  1. No se conjugan, como lo vimos en la sección anterior.
  2. Modifican a otros verbos, por lo que después de un modal verb siempre hay un verbo en su forma infinitiva (sin el to), por ejemplo: 

You can eat better

(Tú puedes comer mejor)

  1. Expresan certidumbre, habilidad, necesidad, disposición y obligación.
  2. La forma negativa o interrogativa de un modal verb no necesita de un auxiliar, ya que el verbo en cuestión es usado para esos fines, por ejemplo: 

can’t swim

(No sé nadar)

Can you drive?

(¿Puedes manejar?)

Cuadros de scrabble forman la frase i can uno de los modal verbs

Modal verbs: ejemplos 

Hagamos ahora un repaso de los modal verbs más usados y en qué contextos se emplean. 

Can

Expresa habilidad o posibilidad y en español los traducimos como “poder”. Ejemplos: 

  • I can speak english = Puedo hablar inglés.
  • He can’t escort go with you = No puede acompañarte
  • Can you help me? = ¿Me puedes ayudar?

Could

Es la forma pasada de “can”, pero también se usa para expresar posibilidad. Además sirve para preguntar con un tono de formalidad (particularmente hacer solicitudes a quien nos escucha). 

  • You could use my chair = Podrías usar mi silla
  • She could not go to the market with us = Ella no pudo ir al mercado nos nosotras 
  • Could you open the door, please? = ¿Podrías abrirme la puerta, por favor?

May

Este modal verb se utiliza para expresar posibilidad y probabilidad. Ejemplos: 

  • She may pass the test = Ella podría aprobar el examen
  • It may not snow tomorrow = Mañana podría no nevar.
  • May I come in? = ¿Puedo entrar? 

Might

Might es usado para dar sugerencias y posibilidades y también se usa para peticiones y ofrecimientos. 

  • My sister might come home for my birthday = Mi hermana tal vez pueda venir a casa para mi cumpleaños 
  • You might not arrive on time = Puede ser que no llegues a tiempo.
  • Might I buy you a drink? = ¿Te puedo invitar un trago?

Will

Es más conocido por expresar el futuro en inglés, pero también se usa para expresar una decisión hecha en el momento en que se habla o la intención de hacer algo. Ejemplo: 

  • He will call me back = Me va a volver a hablar
  • I won’t go with you because I have a lot of work = No iré contigo porque tengo mucho trabajo
  • Will you cover my expenses = ¿Puedes cubrir mis gastos?

Would 

Se usa para realizar peticiones con amabilidad y también sirve para señalar acciones constantes en el pasado. 

  • I would like a cup of tea, please = Me gustaría una taza de té, por favor
  • He would visit his sister every weekend = Visitaba a su hermana cada fin.
  • Would you like to taste it? = ¿Te gustaría probarlo? 

Must 

En algunas ocasiones puede significar suposiciones, pero lo más común es que se refiera a necesidades o compromisos.

  • He must be back by tomorrow = Él debe estar aquí para mañana
  • You must not litter = Está prohibido tirar basura en la calle.
  • Must I go to the dentist today? = ¿Sí tengo que ir al dentista hoy? 

Shall

En los últimos tiempos ha caído en desuso en Estados Unidos dentro de la lengua informal, pero en Reino Unido sigue siendo común. Además su significado es el mismo que will. Ejemplos:

  • I shall be at your wedding = Estaré en tu boda
  • You shall not go to the party = No vas a ir a la fiesta.
  • Shall we go to the theatre tomorrow? = ¿Vamos al teatro mañana?

Should 

Este verbo que se traduce al español como “deber” tiene la idea de una obligación o recomendación. Ejemplos: 

  • You should take your medicine = Debes tomar tu medicina
  • We should not be in this meeting= Nosotros no deberíamos estar en esta  reunión
  • Should I rest more? = ¿Debería descansar más?

Ought to

En realidad no es tan usado gracias a que es sinónimo de should, pero vale la pena repasar algunos ejemplos:

  • She ought to go with her sister = Ella debería ir con su hermana
  • We ought not assume the worst = No deberíamos pensar en lo peor.
  • You ought to be more polite = Deberías ser más amable.

¿Cómo aprenderlos?

La buena noticia es que existen diversos recursos para aprender con exactitud el uso de los modal verbs y no expresarnos erróneamente. En Internet hay una buena cantidad de prácticas, apps, juegos multimedia, ejercicios (orales y escritos) y otros recursos, como estos canales de YouTube, para que después los podamos usar con naturalidad. 

Ahora es tu turno de compartirnos qué ejercicios hiciste para aprender mejor el uso de los modal verbs, recuerda que entre todos podemos apoyarnos para aprender más. También nos puedes decir cuáles se te facilitaron más o cuáles nunca has usado.

https://www.britishcouncil.org.mx/blog/modal-verbs

lengua: mIGUEL DELIBES

Miguel Delibes Setién (Valladolid, 17 de octubre de 1920 – Valladolid, 12 de marzo de 2010). Novelista español. Doctor en Derecho y catedrático de Historia del Comercio; periodista y, durante años, director del diario El Norte de Castilla.

Su sostenida labor como novelista se inicia dentro de una concepción tradicional con La sombra del ciprés es alargada, que obtiene el Premio Nadal en 1948.

Publica posteriormente Aún es de día (1949), El camino (1950), Mi idolatrado hijo Sisí (1953), La hoja roja (1959) y Las ratas (1962), entre otras obras. En 1966 publica Cinco horas con Mario y en 1975 Las guerras de nuestros antepasados; ambas son adaptadas al teatro en 1979 y 1990, respectivamente. Los santos inocentes ve la luz en 1981 (y es posteriormente llevada al cine por Mario Camus); más adelante publica Señora de rojo sobre fondo gris (1991) y Coto de caza (1992), entre otras.

Su producción revela una clara fidelidad a su entorno, a Valladolid y al campo castellano, y entraña la observación directa de tipos y situaciones desde la óptica de un católico liberal. La visión crítica -que aumenta progresivamente a medida que avanza su carrera- alude sobre todo a los excesos y violencias de la vida urbana.

Entre los motivos de su obra destaca la perspectiva irónica frente a la pequeña burguesía, la denuncia de las injusticias sociales, la rememoración de la infancia (por ejemplo en El príncipe destronado, de 1973) y la representación de los hábitos y el habla propia del mundo rural, muchos de cuyos términos y expresiones recupera para la literatura.

Delibes es también autor de los cuentos de La mortaja (1970), de la novela corta El tesoro (1985) y de textos autobiográficos como Un año de mi vida (1972). En 1998 publica El hereje, una de sus obras más importantes de los últimos tiempos.

En 2018 tuvo lugar la publicación del cuento inédito La bruja Leopoldina, un texto escrito por Delibes a los 18 años que se incluye en el libro editado por El Destino bajo el título La bruja Leopoldina y otras historias reales. Además, en 2020 salió a la luz El libro de Miguel Delibes. Vida y obra de un escritor, una recopilación de textos coordinada por Jesús Marchamalo, comisario del centenario del nacimiento del escritor vallisoletano.

Considerado uno de los principales referentes de la literatura en lengua española, obtiene a lo largo de su carrera las más destacadas distinciones del ámbito literario: el Premio Nadal (1948), el Premio de la Crítica (1953), el Príncipe de Asturias (1982), el Premio Nacional de las Letras Españolas (1991) y el Premio Miguel de Cervantes (1993), entre otros.

https://www.cervantes.es/bibliotecas_documentacion_espanol/biografias/moscu_miguel_delibes.htm